CON LAS PATAS EN LA FUENTE

1- Decir sí a todo 

 

Si tu dificultad es no poder decir "no" te tienes que dar cuenta que no está mal que de vez cuando el sí lo cambies por un “no”. Lo que sucede es que al aumentar tu carga de responsabilidades porque te cueste decir "no" en algún momento terminarás desgastándote porque te quedas con poco tiempo para ti y para recargar energía. 

 

2- Dormir mal

 

Dormir mal trae como consecuencia trastornos anímicos que podrían generar problemáticas en tu vida social, afectiva y laboral  por lo tanto como siempre se recomienda tratar de  tener un sueño regular y saludable.

 

3- Preocuparse por lo que piensan los demás 

 

Muchas personas pierden su tiempo tratando de descifrar los pensamientos de los demás, esto hace que vivan mortificándose y generándose así mismos estrés.

 

Así que si este es tu caso la próxima vez que te des cuenta de que vuelves a realizar este acto, piensa el tiempo y la energía que desperdicias pensando en algo que no puedes saber, en simples palabras algo inútil.

 

4- No reír en todo el día

 

Reír a carcajadas puede ser que sea lo que necesites. ¿No recuerdas cuando fue la última vez que te reíste hasta llorar? Si es así debes saber que la risa activa y alivia tu respuesta al estrés, calmándote al activarse el ritmo cardíaco y presión arterial, y así produciéndote una sensación de relajación en los músculos.

 

5-  No hacer ejercicio

 

Además de que hacer ejercicio es algo fundamental para llevar una vida saludable, muchos estudios demostrarón que podemos lidiar mejor con el estrés cuando el cuerpo está físicamente activo, ayudándonos a controlar la ansiedad. 

 

6-  Tener la casa muy desordenada

 

Los espacios ordenados nos hace sentir calmados, pero cuando se encuentran en desorden nos hacen sentir ansiosos, impotentes y abrumados.

Aunque no sea una fuente importante de estrés, potencia la ansiedad que nos provocan otras situaciones, entonces es mejor poner voluntad y a ordenar nuestra casa.